Declaración en el marco de la 57 sesión de la Comisión de Población y Desarrollo (CPD)
Excelencias, han pasado 30 años desde el compromiso global del Programa de Acción de la CIPD; en relación con los objetivos de la agenda 2030, y a la luz de la crisis económica, política y climática global que estamos viviendo, hacemos un llamado a una agenda centrada en las personas y con enfoques transformadores de género para abordar las barreras estructurales y sistémicas persistentes. Estos obstáculos limitan la autonomía corporal, la salud y los derechos sexuales y reproductivos de todas las personas, especialmente para aquellas que enfrentan formas múltiples e interseccionadas de discriminación y marginación.
La implementación del Programa de Acción se ve afectada en gran medida por las injusticias económicas en el sur global, que impactan al acceso pleno a una Cobertura Universal de Salud con perspectiva de género, que se enmarque en la justicia sexual y reproductiva, y centre el placer, la Educación Integral en Sexualidad y el acceso al aborto seguro, y que defienda el disfrute de la sexualidad y el bienestar de los adolescentes y jóvenes.
El Acceso Universal a la Salud no debe estar limitado por el estado civil, ciudadanía, raza, origen étnico, situación migratoria, ingresos, discapacidad, identidad de género, orientación sexual, religión y ubicación geográfica.
Para hacer realidad el derecho universal a la salud y al desarrollo, se debe reformar la estructura de financiamiento internacional, empezando por la eliminación de las medidas de austeridad, la cancelación incondicional de la deuda, la reducción de los flujos financieros ilícitos y la evasión fiscal, garantizando sistemas fiscales progresivos y con perspectiva de género y justicia comercial internacional con transferencia equitativa de conocimientos tecnológicos. Esto incluye frenar la captura de los Estados por las corporaciones e implementar regulaciones basadas en derechos, que favorezcan el derecho de las comunidades indígenas al acceso y disfrute de los recursos naturales, por encima de los intereses económicos de empresas.
El Programa de Acción no será una realidad si no abordamos seriamente el modelo extractivista del desarrollo, la crisis climática causada por las corporaciones, los conflictos sociales, el colonialismo de asentamientos, las ocupaciones y la migración forzada.
Excelencias, pedimos un compromiso real con el PdA abordando las desigualdades a través del financiamiento, la implementación de políticas públicas y comprometiéndose verdaderamente con el bienestar de las personas.