25N contra la violencia de género, proyectos que están construyendo mejores futuros hoy
Sabemos que la violencia de género está en todas partes, por lo que visibilizar las distintas áreas en que mujeres y disidencias trabajamos nos permite ubicar qué opciones nos son cercanas para transformar nuestra realidad.
Acercarnos a colectivas, organizaciones o grupos para escuchar sus experiencias y herramientas muestra que no hay una sola manera de hacer activismo, aquí te compartimos con orgullo las 16 cosas que aprendimos con cada una (en orden alfabético).
- Adolescentes Autonomía y Sexualidad: de este programa de Balance A.C. afirmamos que cada persona adolescente es experta en su propia vida y nuestro lugar es acompañándoles en la lucha por garantizar sus derechos.
- Afrochingonas: es importante (y necesario) cuestionar tanto las violencias de género como las de raza y clase, visibilizar la presencia de personas afrodescendientes en México y combatir las legislaciones y prejuicios racistas que aún existen en nuestro país.
- Artemisas: la creación de espacios colectivos ayuda a fortalecer el ejercicio de nuestros derechos, al acompañarnos podemos transformar nuestros contextos de manera comunitaria.
- Brigada Callejera: las redes de cuidado nos sostienen y la fuerza de las trabajadoras sexuales está en la organización, la potencia de sus voces se multiplica más allá de sus espacios de trabajo e impacta a comunidades enteras.
- CEA Justicia Social: aprendimos la importancia de cuestionar la prisión como estrategia para acabar con la violencia, hay que mirar de forma crítica al sistema penitenciario porque no solamente las víctimas son abandonadas, sino también las personas en conflicto con la ley son aisladas y estigmatizadas.
- Comando Colibrí: la lucha pasa por el cuerpo y es importante movilizarlo en espacios políticamente comprometidos con las mujeres. La autodefensa de nuestras vidas es un proceso integral y colectivo.
- DISIDE: las redes de cuidado son muy necesarias para las personas privadas de libertad y que en éstas hay una enorme potencia transformadora, cuestionemos las narrativas punitivistas y las historias que nos cuentan sobre ellas.
- Fondo MARIA: con MARIA aprendimos que la legislación no es suficiente y hay que seguir luchando por el acceso efectivo, la calidad en los servicios y la no estigmatización del aborto que viven mujeres y personas gestantes en todo el país.
- Identidad Sexual: este programa de Balance A.C. nos enseñó la importancia de los espacios seguros para personas sáficas en donde podamos intercambiar experiencias sobre nuestra sexualidad y descubrir nuevas formas de relacionarnos, sostener vínculos, explorar nuestras identidades y vivirnos de maneras más libres.
- Las Panas: las redes de mujeres nos fortalecen y es posible acompañarnos para atravesar procesos de violencia y construir vidas más autónomas y más ricas como su pancito.
- Libertad y Ambiente Seguro: de este programa de Balance A.C. y su observatorio aprendimos que ejercer nuestro derecho a la información nos brinda herramientas para evaluar y cuestionar las estrategias del Estado frente a la violencia sexual y basada en el género.
- Mujeres de la Tierra: las visitamos y nos enseñaron la importancia de organizarse en torno al fogón y la milpa, de procurar una alimentación natural, sustentable y que garantice relaciones de intercambio justas que permitan a las mujeres independencia y autonomía. Aprendimos también que la lucha sin gozo no vale la pena.
- Oaxatrans: tener un espacio colectivo puede ser esperanzador y nos permite sentirnos acompañades y validades. Es importante nombrar los efectos diferenciados de personas migrantes, disidencias y racializadas frente a la militarización y la criminalización.
- Red Feminista Antimilitarista: con la RFAM reconocimos que las mujeres vivimos un impacto diferenciado por los procesos de militarización y es importante visibilizarlo, denunciarlo y movilizarnos para cambiarlo, la lucha feminista es antimilitarista.
- Yo Cuido México: es necesario contar con cuidados de manera individual y colectiva, articularnos en espacios comunitarios para gestionar los cuidados y exigir condiciones que no sean limitantes para desarrollarnos.
- La apuesta es colectiva y aspiramos a gestionar nuestra seguridad de una manera más autónoma, involucrando a la comunidad y construyendo redes de cuidado, donde todas las voces sean escuchadas y entre todes desarrollemos estrategias de diálogo y resolución de conflictos.
Estos son solo algunos de los aprendizajes y parte de las estrategias que hoy se realizan para buscar que nuestro presente y futuro se enmarquen en la libertad y la autonomía. Te invitamos a seguir el trabajo de todas las organizaciones y colectivas, a conocer la campaña en nuestras redes sociales y compartirnos qué otras estrategias conoces, el trabajo de qué colectiva te gustaría apoyar y qué cosas cotidianas realizas para un futuro sin violencia de género.