¿Por qué hablamos de salud mental y su relación con el aborto?

Publicado el 10 de Octubre, 2022
Hoy en día leemos y escuchamos más sobre la importancia de la salud mental en nuestra vida, pero sabemos que pueden existir dudas al respecto. Hace falta generar reflexiones que nos ayuden a entender qué lugar ocupa y cómo es que la salud mental está relacionada con nuestras experiencias de aborto.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental como “un estado de bienestar psicosocial en el cual una persona consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida”. No es únicamente la ausencia de enfermedad, sino un proceso dinámico en el que interviene nuestro entorno, cómo vivimos y con quiénes nos relacionamos. Por ello es importante dejar de considerarla un privilegio individual y reconocerla como un pilar esencial para la salud que nos compete a todas como sociedad.[1]   

El contexto en el que nos desenvolvemos es fundamental cuando queremos acceder a servicios de salud mental, las condiciones específicas (familiares, comunitarias y sociales) en que vivimos son las que favorecen o ponen en riesgo nuestro bienestar. En el caso de las personas que decidimos abortar, pensar cómo es el contexto en el que llevamos a cabo esta decisión puede explicar por qué para algunas el proceso de aborto es más sencillo de resignificar que para otras.  

Por ejemplo, es muy importante considerar que el mayor factor de riesgo para la salud mental y emocional después de un aborto es la salud mental de la mujer u otra persona gestante previa al aborto, y no la experiencia del aborto en sí misma[2]; el aborto seguro y legal no representa una condición que afecte por sí mismo la salud mental[3].  

El contexto también considera a la familia, que tiene una íntima relación con la historia de vida de quienes elegimos abortar. Un aborto puede considerarse un acontecimiento íntimo e intenso, cuya vivencia, al tocar puntos sensibles como heridas, creencias, expectativas y plan de vida, puede contener una profunda carga emocional[4].

Sin embargo, también es un acontecimiento social, ya que es compartido por muchas mujeres y personas gestantes, las cuales, a su vez, compartimos condiciones estructurales que también pueden generar un gran impacto, como la falta de oportunidades para tener una vida digna y libre de violencias. Por separado o en conjunto pueden constituir factores de riesgo.   

El impacto emocional y mental del aborto está asociado a diversas características y condiciones que enfrentamos quienes abortamos incluso antes de enterarnos del embarazo. Las consecuencias para las mujeres y personas gestantes que reúnen factores de riesgo son distintas que para quienes no los tienen.  

En esta ilustración de Tlakuikandy vemos a una mujer mirándose a sí misma en un espejo. El texto dice "lo estás haciendo bien".No es un evento que podamos aislar de la complejidad de la vida de quienes lo vivimos y por eso insistimos en decir que, así como cada persona es distinta, cada experiencia de aborto también lo es, hay una amplia gama de emociones que las mujeres y personas gestantes podemos sentir desde que nos enteramos del embarazo hasta el momento en que confirmamos el aborto.  

Cuando el embarazo no fue planeado y/o deseado, es posible sentir una variedad de emociones después del aborto, donde el alivio es la emoción que más se repite entre las mujeres que hemos acompañado, aunque algunas personas también experimentan sentimientos de tristeza o culpa[6].  

En Fondo MARIA sabemos que el acompañamiento feminista que se brinda a quienes decidimos abortar puede ser un factor que contribuya a reducir el estigma asociado al aborto, pues la experiencia misma pueda ser vivida desde un lugar de mayor bienestar emocional.

Con base en nuestra experiencia como Fondo MARIA y Colectiva ADAS (Acompañamiento Después de un Aborto Seguro), sabemos que, en la mayoría de ocasiones, los sentimientos desagradables que las mujeres y personas gestantes comentan están asociados con otros procesos de su vida y no con la experiencia embarazo-aborto en sí misma.  

 

El acompañamiento después de un aborto

Desde la Colectiva ADAS, al realizar acompañamiento emocional después de un aborto voluntario hemos visto que muchas de las emociones dolorosas surgen tanto de creencias que estigmatizan y rechazan el aborto, como de condiciones previas al embarazo que con frecuencia se pasan por alto. Estas emociones derivan de un contexto social patriarcal que engrandece a la maternidad y rechaza el derecho de las mujeres y personas gestantes de decidir sobre su vida, incluido el ámbito de la salud sexual y reproductiva.  

En la Colectiva ADAS brindamos espacios de acompañamiento emocional post aborto, para quienes queramos o necesitemos hablar  y resignificar nuestra experiencia. Estos procesos nos permiten:  

1. Reconocer que todas nuestras emociones son válidas, valiosas y útiles, algunas pueden ser agradables (como el alivio, la tranquilidad) y otras desagradables (como la tristeza, el miedo y la culpa); pero permitirnos sentirlas y explorar qué nos están diciendo para sentirnos mejor.

2. Entender de dónde vienen esas emociones y saber si están o  no asociadas al estigma que existe acerca del aborto o de otros factores pre existentes al embarazo y el aborto.

3. Sentirnos acompañadas y tranquilas. Reconociendo que se trata de una experiencia que viven día a día miles de mujeres y otras personas gestantes en todo el mundo de manera segura.

4. Afirmar nuestra decisión identificando a qué le dijimos que sí, cuando le dijimos que no al embarazo.

5. Reconocernos valientes y reconocer las acciones de cuidado que tuvimos durante nuestro proceso.

6. Construir redes de apoyo. 

El contar con espacios de acompañamiento emocional en el proceso de aborto - ya sea al enterarnos del embarazo, al momento de tomar la decisión, durante el proceso de aborto y después de confirmar el aborto- nos permite reconocer nuestra capacidad de tomar decisiones, sabernos con poder sobre nuestras vidas y para fortalecer o construir redes de apoyo.

Esta ilustración de tlakuikandy muestra a una mujer sentada sobre el pasto, abrazándose las rodillas. El texto dice "Sigo sanando y está bien".

¿Cómo sé que necesito o me ayudaría contar con ese acompañamiento?

  • Si no has podido hablar de tu experiencia y sientes la necesidad de hacerlo.
  • Si has sentido juicios por tu decisión y quieres hablar de tu experiencia en un espacio seguro, libre de estigma y amigable.
  • Si las emociones que estás experimentando no son agradables y te gustaría que fueran distintas.
  • Si deseas reflexionar sobre cómo ha influido esta experiencia en tu vida.
  • Si sientes culpa, tristeza, miedo con relación a tu proceso de aborto.
  • Si te sientes confundida, avergonzada o preocupada a partir de tu aborto.
  • Si sientes enojo o decepción hacia ti o hacia otra persona por como fue tu experiencia de aborto.
  • Si tienes pensamientos negativos con relación a tu decisión.  

 

Imágenes de @daycuervo y @tlakuikandy


[1] [1][2]

[2] (Robinson, 2009)[3]

[3] (Guttmacher, 2011).

[4] (Lafaurie, 2005)

[5] (Ortiz, 2016)

[6] (Munk-Olsen, 2011)